Importancia actual de la sepsis
De acuerdo a la Organización
Mundial de la Salud (OMS) la sepsis o septicemia, se produce cuando la
respuesta del cuerpo a una infección, lesiona sus propios tejidos u órganos. La
sepsis puede aparecer por infecciones causadas por bacterias, virus, hongos y
parásitos. En 2015 las enfermedades infecciosas fueron la causa de más del 50%
de todas las muertes de recién nacidos y niños menores de cinco años,
especialmente en el sur de Asia y el África subsahariana. La OMS desde hace 10
años inició con el programa “Una atención limpia es una atención más segura”,
la cual hace referencia a que un adecuado lavado de manos, puede prevenir
diferentes tipos de infecciones.
En México, la sepsis se ha
posicionado como una de las 20 principales causas de mortalidad en adultos y
niños con 3.805 muertes registradas anuales, según datos del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía. Cualquiera puede contraer una infección y si se dan
las condiciones adecuadas, casi cualquier infección puede provocar sepsis, sin
embargo se ha identificado algunos grupos que son mucho más vulnerables o
presentan un mayor riesgo, como pueden ser adultos de 65 años o más, personas
con enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedad pulmonar, cáncer y enfermedad
renal, personas con sistemas inmunes debilitados y niños menores de 1 año.
La sepsis y el shock séptico
pueden ser el resultado de una infección en cualquier parte del cuerpo, como
neumonía, gripe o infecciones del tracto urinario. En todo el mundo, un tercio
de las personas que desarrollan sepsis, muere. Un estudio publicado en 2001 en
la revista Anesthesia, 38 (47%) de 80 pacientes que respondieron a un
cuestionario después del alta de una UCI informó ansiedad y/o depresión significativa
después de su hospitalización. Treinta personas se quejaron de síntomas de TEPT
y 12 tenían niveles que se consideraron consistentes con un diagnóstico de TEPT
completo.
Los antibióticos tratan o
detienen las infecciones de una de estas dos maneras: matan directamente a las
bacterias o detienen su capacidad de reproducirse, de modo que dejan de
propagarse y causan más daños. Si una enfermedad es causada por un virus o un
hongo, los antibióticos no tienen efecto y no pueden tratar la enfermedad,
aunque existen medicamentos antivirales y antifúngicos disponibles. Como grupo,
todos estos medicamentos se conocen como agentes antimicrobianos o medicamentos
antimicrobianos.
La batalla contra la sepsis es
complicada, debido a un componente que en los últimos años ha tomado gran
relevancia: la resistencia a los antibióticos. Según la OMS, la resistencia a
los antibióticos es una amenaza cada vez más grave con repercusiones
importantes para la salud pública mundial. Como predijo Fleming con la
penicilina, el uso de antibióticos no adecuados, o no de la forma adecuada para
infección específica puede provocar que las bacterias muten y se vuelvan
resistentes. También puede ocurrir lo contrario: la resistencia puede ser
consecuencia de la utilización de antibióticos por más tiempo de lo necesario.
La carrera por nuevos
antibióticos continúa, pero existe una preocupación real de que las bacterias
muten por lo que aún no tenemos un tratamiento. La necesidad de educar a las
personas sobre el uso adecuado de antibióticos es esencial.
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Grupo técnico de análisis de información de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico
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