Humanismo y medicina
Los
nuevos recursos científicos y tecnológicos llegaron a la práctica médica como
una valiosa herramienta para agilizar el diagnóstico, brindar tratamientos más
seguros y realizar intervenciones cada vez menos invasivas y con menor riesgo
para el paciente, disminuyendo notoriamente los riesgos y aumentando la calidad
de la atención brindada. Sin embargo, el uso excesivo de los recursos
tecnológicos se ha visto envuelto en situaciones totalmente contrarias a su
objetivo original, reflejándose en situaciones como son la medicina defensiva,
la indicación de estudios y procedimientos con fines económicos y la pérdida
de habilidades clínicas.
La
salud es un estado integral de la persona, un estado en el cual las dimensiones
físicas, espirituales, sociales y ambientales favorecen que el ser humano
disfrute de todo el potencial posible para vivir plenamente, más que limitarse
a existir. Durante la época de las escuelas clásicas griegas, los médicos,
además de dedicarse al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades,
procuraban orientar a las personas para que cuidaran y preservaran su salud.
Atendiendo a la integralidad del ser humano.
Teniendo
en cuenta que una de las principales causas de quejas médicas es la mala
relación médico-paciente y que uno de los factores más relacionados con el
error médico son los problemas en la comunicación, nos encontramos en un
panorama donde la medicina actual se comienza a ver rebasada por la
deshumanización y la tecnificación a costa de la calidad de la atención.
El
humanismo medico es entonces, el rescate y la defensa de una práctica centrada
en el acompañamiento y guía del paciente, como persona en el ejercicio de su
elección informada. No pretende imponer sino orientar, apoyar, informar
objetivamente sobre la enfermedad y las opciones disponibles. El momento actual
es un tiempo complejo, lleno de variables, condicionantes y amenazas. Pero
merced a la vocación y formación integral de todo profesional de la salud,
tenemos de nuestro lado la creatividad, el optimismo y la influencia
constructiva, elementos indispensables para lograr cambios en el sistema, por
pequeños que puedan parecer. Cambios que sirvan para generar oportunidades de
mejoramiento continuo. Si hay voluntad todo es posible, el ser humano es por
naturaleza adaptable, creativo y perseverante.
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Grupo técnico de análisis de información de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico
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