Es un hecho que en las
últimas décadas, en distintos lugares del mundo se está realizando un esfuerzo
para conocer cuáles son los eventos adversos que se encuentran en el entorno de
la atención médica, con el firme propósito de conocer sus causas y en
consecuencia, diseñar y poner en práctica soluciones efectivas a estas
situaciones que tanto afectan la salud y la seguridad de los pacientes.
Ante este panorama, la
seguridad del paciente se ha convertido en una actividad prioritaria de los
Sistemas de Salud, de los establecimientos de atención médica y del personal de
salud, siempre con el propósito de prevenir y evitar en la medida de lo
posible, los riesgos de accidentes y los daños que pueden llegar al paciente,
originados por eventos adversos que son prevenibles durante la atención médica
sin desmerecer ni dejar de reconocer a la seguridad como un componente sine qua
non de la calidad de atención médica.
Uno de los puntos de
partida en materia de seguridad del paciente es tener un lenguaje homogéneo que
favorezca la comunicación entre el personal médico y los usuarios de los
servicios de salud, y así entender la complejidad del proceso salud-enfermedad
y ubicar el acto médico dentro de este contexto, asimilando fácilmente los
cambios en la relación médico paciente y en especial el conflicto que se está
viviendo en ella. La implementación de estrategias que permitan la solución de
conflictos, es uno de los objetivos prioritarios en algunos países, de ahí que
la detección de la problemática relacionada con las fallas en el proceso de
comunicación se transforma en una prioridad de estudio y solución, para
mantener las bases del ejercicio de la medicina, y lograr además hacerlo con
calidad y preservando la seguridad del paciente en los servicios de salud.
Para que esto sea
posible, se requiere en primera instancia estandarizar la terminología, con el
propósito de tener un arranque adecuado, y que sea similar y comparable, ya que
a la fecha, se ha desarrollado un metalenguaje, lo que en condiciones normales
podría tener una acepción diferente para quien lo usa, dado que este riesgo
existe y que precisamente se trata de evitar confusión alguna y de que todos entendamos
y expresemos lo mismo, se ha desarrollado un glosario de términos frecuentes
utilizados dentro de la aplicación de la seguridad del paciente a cargo de la
OMS, como parte fundamental en el establecimiento de cualquier programa o
proyecto de seguridad del paciente, hecho que no solo sucede en el idioma
español sino en todos los idiomas.
Los eventos adversos se
han distinguido por ser la consecuencia producida por el error, que desde
nuestra perspectiva no solo involucra al personal médico, sino a todo el equipo
de salud y en gran medida a la institución. Siendo los eventos adversos una
problemática de salud pública, ya que las muertes producidas por estos, son
comparables con la mortalidad a causa de accidentes automovilísticos o las
muertes por cáncer de mama en algunos países.
Es importante generar
mecanismos de control que tengan por objetivo prevenir errores y así cumplir
con la responsabilidad de disminuir y mitigar la gran cantidad de actos
inseguros dentro de los sistemas de salud considerando que la seguridad es un
principio fundamental en el cuidado del paciente y un elemento crítico de los
procesos de gestión de calidad, sobre todo cuando nuestros esfuerzos se enfocan
en el mejor resultado para el paciente, favoreciendo así el desarrollo de una
cultura de seguridad, que por una parte acepta los riesgos inherentes a la
prestación de los servicios y que por otra, permita abiertamente la discusión
de eventos adversos y los errores o fallas en el sistema, sin perder de vista
que el progreso hacia atención médica segura requiere tiempo, es lento y
necesita del compromiso de todas las áreas, incluyendo administraciones y
servicios generales, para posicionar la seguridad de los pacientes en el centro
las políticas como una prestación de servicios libre de eventos adversos y así
atenuar en su caso, las inconformidades que se generan derivadas del acto
médico.
El texto que acabas de leer corresponde al
editorial del boletín 3, el cual puedes consultar en la siguiente liga:
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te invitamos a ponerte en contacto en el siguiente correo electrónico:
Atentamente
Grupo técnico de análisis de información de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico
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