La semana pasada, el gobierno del Distrito Federal anunció una campaña para disminuir consumo de sal en Ciudad de México. La medida se suma al Acuerdo emitido el año pasado por la Secretaría de Salud federal donde se reduce la sal en el pan.
Bueno, ¿y por qué tanto temor y tanta preocupación por la sal? ¡Si es lo que le da sabor a la vida, digo, a la comida!
Aunque parece una medida superficial, la realidad es que acostumbramos consumir mucha más sal de la que debiéramos, por lo que reducir sodio en alimentos procesados de consumo masivo como el pan, puede ser valioso en el cambio de cultura.
La recomendación diaria es de 5,8 g de sal al día, mientras que se ha medido que se consume el doble de lo recomendado, con valores que fluctúan entre los 9 y 12 g diarios.
El asunto de eliminar los saleros busca detener o al menos reducir la mala costumbre, ampliamente difundida entre la población en general, de agregar sal a los alimentos aún antes de probarlos.
Consumo de sal (sodio) y embarazo
Durante el embarazo, el aumento de líquidos fisiológicos y del volumen extracelular, los requerimientos fetales y el líquido amniótico generan en conjunto una mayor demanda de sodio, por lo que no tiene sentido la restricción sistemática.
Aproximadamente el 30-50% de las personas hipertensas y una proporción menor de personas normotensas tienen presión arterial sensible a la sal. Los fenotipos asociados con presión arterial sensible a la sal son la hipertensión con renina baja, la ancianidad, la etnia afroamericana, la obesidad y el síndrome metabólico.
Existe poca información basada en evidencia acerca del efecto de la reducción de sal durante el embarazo normoevolutivo, aunque se conoce del beneficio que ésto tiene sobre el sistema cardiovascular, por lo que se podría reducir la incidencia o la gravedad de la preeclampsia.
Los casos en los que es necesario limitar o anular el consumo de sal son pocos, se reducen a mujeres con patología renal o cardíaca previa al embarazo, o bien cuando aparece hipertensión o edema durante la gestación.
Es necesario orientar a la embarazada acerca de los alimentos que tienen un alto contenido de sodio, como son:
- Aperitivos como papas fritas, aceitunas o frutos secos, salmueras, conservas, embutidos o encurtidos.
- Carnes saladas o ahumadas como la machaca, cecina, panceta, bacalao y tocino.
- Salsa de soya, catsup, mostaza y otras salsas comerciales, que ya contienen sal en su composición.
- Quesos procesados o añejados.
- Vegetales enlatados (eliminar el líquido que incluyen y enjuagarlos con agua antes de cocinarlos o comerlos).
- Condimentos que contengan sal (sal con ajo o sal con chile y limón por ejemplo); es posible sustituirlos por hierbas aromáticas y especias como la pimienta, jugo de limón, ajo fresco o polvo de ajo o de cebolla.
Otra opción es cambiar a la llamada "sal light", que es cloruro de potasio en lugar de cloruro de sodio, cuyo sabor es indistinguible de la "sal normal". Obviamente debemos evitarla en las pacientes que tienen patología renal previa.
Hay muchos preparados de salsas y otros alimentos que están etiquetados como "bajos en sodio", son otra buena idea.
A continuación les presentamos un cuadro que orienta sobre el contenido de sodio de algunos alimentos.
Cantidad de sal en los alimentos (por porciones de 100 gramos)

La recomendación final es:
No agregar sal a los alimentos preparados y restringir el consumo de sal cuando existan enfermedades o complicaciones agregadas. Afortunadamente, en pocos días el paladar de nuestras pacientes se acostumbrará al sabor.
No agregar sal a los alimentos preparados y restringir el consumo de sal cuando existan enfermedades o complicaciones agregadas. Afortunadamente, en pocos días el paladar de nuestras pacientes se acostumbrará al sabor.
¿Te interesa saber más de éste tema? Te dejamos un artículo y un podcast titulado "La sal en la salud y la enfermedad: un delicado equilibrio".
Fuentes:
- Arana L. Inicia GDF campaña para disminuir consumo de san en Ciudad de México. [Internet] 2013-04-04. Dirección de Comunicación Social del Gobierno de la Ciudad de México. [acceso 2013-04-04] Disponible en: http://www.noticiasdetuciudad.df.gob.mx/?p=55880.
- Secretaría de Salud. ACUERDO por el que se recomienda la disminución del uso de sal común o cloruro de sodio en la elaboración de pan como una medida de prevención de enfermedades cardiovasculares, y otras crónico-degenerativas. México: Diario Oficial de la Federación; 22-06-2012. [acceso 2013-04-04] Disponible en: http://www.salud.gob.mx/cdi/nom/compi/Acuerdo-Sal_220612.pdf.
- Duley L, Henderson-Smart D. [Internet] 1999-05-11. Biblioteca Cochrane Plus. [acceso 2013-04-04] Disponible en: http://www.update-software.com/BCP/BCPGetDocument.asp?DocumentID=CD001687.
- Villalba-Supka E. Alimentacion antes, durante y despues del embarazo. [Internet] [acceso 2013-04-04] Disponible en: http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/1177/12/.
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